Hoy estarás viajando, a tu llegada
los connubios de luces y amapolas
te darán en la mano caracolas
cumpliendo con mi encargo, en embajada.
El duende silencioso, hasta tu almohada
ha de llevar mi voz entre las olas,
para que en más las horas no estén solas
y ajenas de añoranza inesperada.
A tu silueta que dibuja el arte
y se engalana con el dulce trino,
erijo con mi musa en estandarte.
En comunión de un mismo desatino
hemos de amar el uno en cada parte,
la poesía que nos dio el destino.
Jerónimo Castillo -Argentina-
Publicado en la revista Oriflama 24
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