MI AMIGO ALDEANO

Antojado de unas frutas mi amigo aldeano pide
dinero a su madre y se dirige al mercado,
cabello largo pantalones anchos corre despreocupado
todos ríen al verlo pasa saluda apurado, chico
conquistador enamora a las muchachas que lo miran
atentamente, el ambiente movido sin tristeza vienen
hojas arrancadas a un rincón del parque y se acuestan
en las bancas.

De pronto llega mi amigo aldeano con
su cara bajada acaban de manchar su reputación
nadie lo defiende mas Dios todo lo ha visto desde
arriba, en casos como este testigos es lo que menos hay
y la acusación gana la batalla quien lo acusó abunda
en envidia y la tapa con hipocresía.

Vecinos ansiosos preguntan por mi amigo aldeano viajó
al exterior con su esposa se casaron la última primavera,
qué flechazo les dio cupido una atracción mutua más que
física, quizás sus actitudes tan delicadas o besos intensos
libertad para amarse, abrazos correspondidos caricias
compartidas cae la pasión en sus cuerpos como cascadas.

Mariposas vuelan trayendo muchas fantasías, ojos que brillan
como el mar cuando el sol les presta algunos rayos, el
corazón suspira tranquilo, probablemente asomen inquietudes
pero nadie impondrá la opción del divorcio las buenas palabras
obrarán magia entre ellos.

NADIA VILLEGAS