A través del murmullo del sueño
la noche me arrullara agonizando
me hundiré en una oscura suplica
para sanar del mal de tu ausencia.
Cuando la transparente ceguera
atesore la oscuridad del invierno
me verán los curiosos en el lecho
con demacración en mi semblante.
Susurraran tu nombre y el mío
evocando el amor que nutrimos,
la desgracia de nuestro destino
fue la falta de tiempo para amar.
Un oleaje de suspiros en la brisa
despedirá la emigrada existencia
y la desnudez de una vida incierta
habrá sido mi efímera apariencia.
Freddy Juan Arce Acevedo (Chile)
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