sábado, 3 de enero de 2015
NEO-EROTISMO
Después de todo
el amor esta en tus ojos.
Un incendio aleteando
una misma piel en verso.
Solo tienes lo que tengo
para amar el corazón quizás.
Nuestros poros diluidos
en océanos con lava de deseos.
Desde luego trazo tu ternura
en besos de son y labio.
El ritmo es péndulo viviente
guarda mi aliento en la urna de piel.
Solo destellos para envolverte
en mis labios y cantar cosas olvidadas.
Después de todo las palabras fueron poema
tarde y noche encalladas en el horizonte.
Con el tiempo explicito ay mi amor
delineamos los ángulos de la pasión.
Bajo la carne es lo que llevamos
inscrita la señal de un sueño casi muerto.
Entre dos serpientes aferradas al calor
su veneno impostor invade de morbo nuestro morbo.
Vi en tus ojos esa sed de cacería
mi puñal solo mi puñal lacero tus pétalos de carne-cielo.
Te amo entrelazado en tu propio centro
te leo y en voz baja te penetro temblando en un paréntesis de fuego.
Me pierdo en ti y me encuentras en ese siseo que aplasta
que desgarra que presiona y se detiene por fin en un gemido.
JUAN MAURICIO OCHOA GALLEGO
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