domingo, 4 de enero de 2015
EL TREN DE LA VIDA
Abordé el tren de la vida
un día en el vientre materno
en el momento de la concepción,
desde entonces comenzó a trabajar
con la esperanza de ver la luz
implacable mi corazón.
Aquel preciado momento llegó
en esta nueva estación del tiempo
vi el bello rostro de mamá,
dos pechos para subsistir
fuertes brazos que fueron cuna
junto a las manos de papá.
El convoy siguió el viaje
en un mundo de fantasías
se transformó la nueva estación,
siendo niño adolescente soñaba
todo lo veía en colores
excepto alguna decepción.
¡Cómo anhelaba ser adulto!
sentía el tren marchaba lento
por fin llegó al nuevo destino,
hizo un alto en el largo viaje
dio tiempo para recorrer
hermosos, inciertos caminos.
Todos a bordo de nuevo
soy uno más de los mortales
que en este viaje tuve cabida,
la dicha de vivir las etapas
desde el génesis a la vejez
en el mágico tren de la vida.
Moisés Castro Parra -Chile-
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