Le vi por los caminos de la vida:
Era la viva imagen de la muerte.
Era el poeta caminando solo
por la orilla de un río.
Resultaba difícil
determinar si era
el poeta o su sombra
eso que derivaba en la corriente;
resultaba difícil
saber cuál de las sombras
era real, cuál era
tan sólo una ilusión.
Y el río nunca cuenta sus secretos.
Del libro Por si mañana no amanece de
SERGIO BORAO
Publicado en el blog desiertosquehabiteoasisqueentrevi
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