sábado, 31 de enero de 2015
CARAS DISÍMILES, IDEAS VIEJAS
Dedicado a quien bien me quiere, amigo Sancho
Otra noche en tu alcoba
Un lascivo chirrido del satén
Y quiebro el último trago, aderezo mi gaznate
Postro mi cerviz al unísono de tu reflejo
Acaso muerdas mi tez desnuda, o mi grito apagado.
Mil caras disímiles, mil ideas viejas
Ruedan entre tú y yo dos lóbregos llamamientos
Dormitar en tu cuento, despertar en tu lecho
Ídolos de ayer sobre un marmóreo tálamo
Duros, fríos, calmados por los largos dedos del tiempo.
Qué fácil es amarte, a pesar del desdén
Ser tu amigo entre barrotes, o enemigo en el café
Pisar fuerte cuando las arenas se diluyan
Irisar las novísimas mejillas, quedas tras el afeite
Dejar que mis dedos jueguen a bucear en tus adentros.
Podría soñar que te dejo varada en los lodos
O denegar el auxilio a tus quejidos turbadores
Ulular bajo la brillante luna derramada a tus pies
E incluso rimar mil versos en un estrambote infinito
Pero prefiero, saberme tenido en cuenta por tus ojos
Ser idóneo amanecer en la aureola de tu despertar
Quizás porque me prendí a tu piel cual tinte estival
Ya nada queda al aire, sino el siseo disperso… tu deseo.
Santiago Pablo Romero -Triguero-
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