sábado, 27 de diciembre de 2014
SI NO VIERAN MIS OJOS
Si no vieran mis ojos
al recorrer las sendas,
las fosforescencias
del Sol entre el follaje.
Si no vieran mis ojos
como ruedan los suelos,
los frutos del castaño
junto a los arroyuelos.
Si no vieran mis ojos
otro dorado Otoño,
no pisarían mis pies
esas hojas yacientes.
Si no vieran mis ojos
las rutas solitarias,
donde gozar mirando
la ardilla en la enramada.
Si no vieran mis ojos
el nácar de la nevada,
oyendo como cruje
por mis botas pisada.
Si no vieran mis ojos
los regatos del camino,
que piso inevitable
de paso a mi destino.
Si no vieran mis ojos
las cimas de los montes,
no hollarían mis pies
los senderos del valle.
Si no vieran mis ojos
correr frescas las aguas,
que baja de los neveros
a las fuentes milenarias.
Si no vieran mis ojos
cambiar los colores,
retoñando olorosas
en las laderas las flores.
Si no vieran mis ojos
como la vez primera,
la belleza que muta
tras cada primavera
Si no vieran mis ojos
todas esas bellezas,
estarían: ciegos, ocultos,
por un velo de tristeza.
PACO LÁINEZ GARCÍA
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