¡Cuántos besos, callado te llevas
y cuántos suspiros que aturden, dejas!
Volverá el invierno, otra primavera
pero nunca más caricias tan tiernas.
Me regalaste quimera de cuatro estaciones
permitiste que mi corazón se ilusionara,
te marchas a tiempo envuelto en sabores
que disfruté en noches y en alguna mañana.
Quizá el que viene traerá los recuerdos
de penumbras humedecidas por besos,
¡mas tendré su cuerpo solo en sueños!
el tiempo que pasa no permite regresos.
Amores pasajeros a ti sin dudas se igualan
poseen presente y futuros inciertos,
y entre algún llanto a veces regalan
agua para aplacar otro año de infierno.
Ramón Pablo Ayala (Argentina)
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