sábado, 27 de diciembre de 2014

EL DISCURSO DE SU MAJESTAD


Elemental querido Montalbán y Montalbano, resulta que si uno baja a la taberna del barrio al siguiente día tras el discurso de doce minutos y treinta y ocho segundos del Rey, lo más probable es que le pregunten a uno “¿Que te ha parecido el discurso de Felipe VI?” Pues qué queréis que os diga: Discurso muy preparado con vísperas mareando a la perdiz muchos medios de comunicación con sus especulaciones, cuando ya se sabía que los pies del plato no los iba a sacar, pese a que entre los asuntos serios e importantes estaba el de la propia familia.
Así que un discurso propio de demócrata cristiano de un nuevo Borbón moderno en los términos pero sin pasarse denunciando realidades, eso sí, distanciado del casticismo tradicional y de la verborrea populista e utópica de Rajoy. Eso sí, ha evitado el neoconservadurismo tardo franquista que pregona el jefe de gobierno cogido del brazo de una Iglesia ultraconservadora que le hace oídos sordos, por no decir cortes de manga, a la línea crítica del Papa Francisco.
¿Entonces? Que no se puede pedir más en esta España de hombres que ya poco tienen que ver con aquellos otros a los que alentaba Miguel Hernández en sus poemas, clamando que España no es tierra de bueyes, puede que no lo sea tampoco la actual, pero si sumisa con lo que está cayendo, si que lo es de autología desmesurada pese a la crisis. El Rey de España no es rompedor ni tampoco lo dejan llamar al pan pan y al vino vino sobre la esclavitud moderna de los “menos favorecidos” y parados para el resto de sus lamentables vidas si han cumplido los 45 años de edad, que su futuro no existe, pero que dios aprieta pero no ahoga. Es decir comedores sociales para los “niños menos favorecidos”, garantizar las peonadas justas para el campesinado aprobadas con cara de circunstancias por los representantes de los “sindicatos de clase” y algunas limosnitas más Y paciencia que todos conocemos como consiguió el elefante el apareamiento con la hormiga. Lo que se dice un verdadero trabajo hasta lograr el gozo del orgasmo total.
Y esto se podrá conseguir poquito a poco con el nuevo gobierno que nos caiga en suerte desde los poderes absolutos que son los que en verdad gobiernan el cotarro de la España invertebrada pese a todo y a pesar de todo. Si no pudimos con la llegada de la democracia incompleta difícilmente Podemos hacer la revolución a estas alturas. Y es que una cosa es predicar y otra dar trigo con igualdad. Ya lo dijo con el estilo de cínico culto manejado con pericia Tierno Galván, que una cosa es prometer y otra cumplir lo prometido.
De manera caminante, ten en cuenta que ya no existe camino que se haga al andar. En nuestra geografía los caminos ya están todos asfaltados por el poder, que todo lo puede, de propietarios de la “clase más favorecida”. Así que las esperanzas ofertadas son las migajitas que nos dejen caer desde arriba. Lo cual depende del buen comportamiento “políticamente correcto” que practiquemos

Francisco Vélez Nieto
Publicado en Luz de levante

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