jueves, 27 de noviembre de 2014
SIN COMPROBAR
La eternidad de Goce en el Espíritu, es sueño o superstición aguzada a
los sentidos. Engaño no probado o sentido como tal, cuando el cerebro deja de
organizar ideas, o de ser influenciado por las mismas, es decir, ha muerto.
Para abrirse paso entre las opiniones, el supuesto Espíritu es raquítico y no
ha podido dar ni señas de su suerte, separado de la materia.
Sin embargo, quien a duras penas respira para vivir, se esperanza en lo absurdo.
Si se abrieran a Ciencias menos inherentes a los intereses, es decir, sin el
aplastamiento que significa cada aspiración del Ser.
El espacio de existencia es estrecho y corto en cada uno, de ahí el afán de abarcar
y perpetuarse aunque sea abrazado a la idea de lo inexplorado.
Otro será el Estado, organizado en base a tiránica disciplina.
Asido de la garganta por tenazas, y de aire saborear muy poco.
Cada paso no lo dará el individuo, lo mandarán a darlo, y gritarán ¡estatua!, cuando
lo crean conveniente.
Y ni siquiera preguntan si resistirán con agrado el pasar a diario embadurnados en miel
y transportados en algodones.
Allá en la Gloria ¿tendrás voluntad de hacer, tomar partido y reírte? ¿O serás el Zombi
manejado por rayos inteligentes? ¿Y eche pa’ llá y eche pa’ cá, como trompo zarandengue?
¿Será ese baile de máscaras donde nadie es quien dice ser?
OMILCAR CRUZ RESTREPO -Colombia-
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