Tácito compromiso nos vincula,
sin documento, firma o legalismo;
se llamará, tal vez, anacronismo
frente al tiempo, que tanto manipula.
Pues, ¿cómo, de algún modo, se regula
la unión de dos sin cierto mecanismo?
Ya el entremetimiento, ya el cinismo,
sobre ambos su retórica formula.
¿Y qué nos va? Presagien, vaticinen;
no escuches su clamor, aunque caminen
encuadrando sus pies en nuestras huellas.
Ni de papel o tinta es el proyecto
que nos hemos trazado, y que en directo
nos establecerá entre las estrellas.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-
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