Tus recuerdos vuelan
por la imaginación
las noches de luceros,
mi anhelo adormecido,
al calor de las caricias
de tus cielos abiertos,
y en fuego se deshojan.
Tus recuerdos brotan
envueltos de emociones,
propagando la ternura
en el paraíso de tus besos,
al aroma apremiante
de tus labios fervientes,
donde murmura mi deseo.
Tus recuerdos florecen
como la primavera,
que imaginaria
acecha al olor de tu piel,
y fundido en tu cuerpo,
la paz de tus besos
me vuelve a llenar de ti.
Ricardo Miñana
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