Destrucción,
una sombra,
tristeza
cruel martirio.
No te alejes de mí,
grita el eco del cielo
No.
Te amaré hasta la eternidad,
dichoso,
afortunado.
La lluvia de otoño
como agua fresca,
como tu sonrisa
cuando dice te amo.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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