viernes, 24 de octubre de 2014
MI ÁNGEL
Ella mimetiza mi ansiedad,
aprovecha el vaho
ciego de un lucero
en un mar de sonidos,
y en lo oscuro de su canto,
en su anidar precioso,
en silencio delante
de una noche de luz difusa
solloza en fraguas forjadas
en desnudos labios
como medusas al viento.
Sobre un vigor inexorable
mi voz fundida en dolor y su ángel
gimiendo en la madrugada,
entre fabulas de animas
y en catedrales de piedra,
y calles cegadas de atisbos
sangran dos poetas
en saqueos de ecos extraños,
de unos cuerpos macerados
fuera de nuestras células,
dos sarmientos; brotes tú y yo.
.
Teje mi sacrificio
sencillamente mi pobre poesía
una flor para el ojal de tus labios,
honor de un inmaculado mundo
intensivo y estrecho
abrazado a un inútil banal mito,
encarnada gracia que cúpula
suavemente sobre el seto
para mis ojos demasiado
sentir en el tiempo.
Eclesiásticos mares
en estudiosos tomos de filosofía,
donde negligentes mariposas
a lo largo de agolpadas miradas
observan idealistas e invitan
a una sola ola de mar enfurecido
a enarbolar las velas.
Conservamos en una colina
nuestros dos desnudos corazones.
Manuel Vílchez García de Garss
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