domingo, 26 de octubre de 2014

ME DI CUENTA


Pensar que recién ahora
me di cuenta de lo enorme
del tiempo que separa a la aurora
desde que oscurece mi horizonte.

Creía que eran horas
inventadas para sueños del hombre,
no para almas que lloran
y que avergonzadas se esconden

esperando las mañanas
portadoras de luz y colores,
con rayos de sol cual garras
tratan de arrancar sus dolores.

Hipócritas en brisas lanzan
caricias de amor que no conocen,
porque la soledad malvada
no permite que las rocen.

Pensar que recién ahora
comprendí a la luna y sus reproches.
¿Para qué le regalan alba?
si eterna ha de vivir en la noche.

Ramón Pablo Ayala (Argentina)

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