El cerebro es una maquina,
una computadora del pensar.
Capaz de crear maravillas,
y destruir cualquier verdad.
Invento durante su vida,
herramientas para trabajar.
Tanto en la tierra digna,
como en el interior de su hogar.
Aunque su mente quería,
todavía el más lejos alcanzar.
En fabricas de su carisma,
ver como su mente huella dejar.
En la industria que venía,
reduciendo al hombre laboral.
Con progreso que irrumpía
en una nueva era por llegar.
Luego mente destructiva,
fue encandilada por el mal.
Creando bombas que masivas,
mataban al semejante al andar.
Lo oscuro nos envolvía,
en nuestra gran tenebrosidad.
Aniquilando si respira,
todo ser viviente al caminar.
Para proseguir por la vía
de una siembra de oscuridad.
Donde una mente tan perdida,
la salida no logra encontrar.
A pesar de hacer poesía,
con artes de su creatividad.
Pues su cerebro camina,
queriendo todo eso arreglar.
Donde tecnología habita,
como una droga por la que soñar.
Siendo esa nueva cría,
la que traiga nuestro final.
Quitándonos toda sonrisa,
y nuestro existir de libertad.
Al depender de su energía,
y de un futuro sin humanidad.
En el que ellas serán un día,
las dominantes de toda verdad.
Y nosotros la porquería
que al fin sobremos en ese restar.
El progreso no es la salida,
sus comodidades son claudicar.
A un mundo que ellas conquistan,
y que un día de él, nos expulsarán.
RICARDO CAMPOS URBANEJA -Hendaía-
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