Guardado, lleva guardado
en su mente, dos secretos
de su eterna enamorada,
de su amor y de sus besos.
Era tan bella la rosa
de aquella su primavera,
que solo pensó en quererla,
a pesar de cualquier cosa.
Se enamoró como un necio
y se perdió en su cariño,
la rosa, abrazo su sueño,
aunque pagaron, un precio.
Guardado, lleva guardado
los recuerdos de su encanto,
el llanto de aquella rosa
que dejo lo que tenía,
para vivir… a su lado.
Las lágrimas que lloro,
aquella rosa, su amada,
eran frutos del amor
que ya en su vientre llevaba.
Dos secretos ha llevado,
el eterno enamorado:
El secreto de su amor
en su vientre inmaculado
y el secreto de saberse,
por la luna… cobijados.
DARWIN I. FLORES VARELA
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