sábado, 27 de septiembre de 2014
ODA AL ORDENADOR
Hoy día te convertiste
para muchos en imprescindible
tanto para el trabajo
como para el ocio y el descanso.
Sustituiste a la máquina,
a la pluma, al bolígrafo,
por tu mayor facilidad
para corregir, para ampliar,
para guardar textos, imágenes,
música, recuerdos, carteles,
que cuando quieras podrás recuperar.
Si te averías los dejas descolocados,
sin saber que hacer, sin recursos.
Tienen dependencia de ti.
Eres casi una droga
sin la que todo se paraliza:
bancos, empresas, comercios,
hospitales, oficinas públicas,
periódicos, editoriales, universidades.
Te necesitan porque en ti
lo tienen casi todo.
Un día sin abrirte
es un día de nervios,
de aburrimiento, de impotencia,
porque sin ti no saben
hacer prácticamente nada.
JOSÉ LUIS RUBIO
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