martes, 30 de septiembre de 2014
NO MORIRÉ
¿Sabes, hermano?, das pena. Te has creído poderoso
cuando el pánico en mis ojos ve aproximarse mi fin
y la bestia que hay en ti, llena de odio e inquina,
de droga y de inmundicia, hace tu orgullo crecer
porque decidiste ser un delincuente perverso
matando niños y viejos y asaltando por doquier.
Asesinas por placer. Te jactas de ser ladrón.
Sólo si fuese doctor, yo presumiría igual.
No te sientes degradar mostrando el resentimiento
y en tu corazón siniestro, solo lleno de rencor,
buscas vengar tu dolor con un balazo en mi pecho
y en los que están indefensos buscas sembrar el terror.
No esperes una prisión, ya de ti mismo estás preso
y el ladrón que tienes dentro dictó cadena perpetua.
Eres la mísera muestra de un fantoche desahuciado.
Ese arma que me has mostrado te hace una fiera cebada.
Tu coraje son tus balas y tu odio, tu condena
¿sabes, hermano?, das pena. No moriré si me matas.
Tú, ya tienes muerta el alma y tal vez ni te des cuenta.
INGEL LAZARET
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