Hoy he dejado mi sudario
y he ido a buscarte con ansia,
para recorrer de nuevo tus labios con los míos
y resucitar otra vez de entre mis cenizas.
Al llegar, nada encontré,
sólo una playa enorme y vacía
donde en sus aguas todavía flotan separados
tu corazón y el mío.
Un silencio destructor
se apodera de mi alma,
es terrible la oscuridad
cuando como una ola
de mí cuerpo exangüe se apodera
llevándome a moradas abisales inciertas.
No te encontré, tan sólo
la playa vacía, una lágrima,
y la soledad en el horizonte..
Guillem Senent
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