Ignacio Sotelo España a la salida de la crisis
”Detesto a mi patria, la hidalga nación del garbanzo, de Recaredo y de la gramática parda. ¡Pues si yo pudiera metamorfosearme en inglés o en alemán!
Benito Pérez Galdóz 1889
Frente a la a desolación de la quimera en el diario trajinar de este país cada día más imposible, asolado por esa marea de mentiras y apaños, que gran parte de la ciudadanía española, soporta con el mayor desprecio hacia la incontenible avaricia de las altura, cuadrilla de privilegiados, deshumanización de tan pocos aplicando el eufemismo oficial de “Los más favorecidos”. Este libro del reconocido intelectual y ensayista Ignacio Sotelo España a la salida de la crisis (La sociedad dual del capitalismo financiero), nos ofrece una serena y sólida reflexión “argumentada y brillante”. Estudio sociopolítico que desde una perspectiva histórica se ocupa de la España de hoy, poniendo de relieve algunos de los caracteres propios que solo se entienden a partir de la trágica historia del Siglo XX. Todo con la temblorosa esperanza de poder reorganizarnos “respetando la dignidad de cada uno, que es lo fundamental”
Difícil de concebir como remedio por la contradicción existente entre democracia y capitalismo feroz, triste panorama político-social que se palpa contemplando como las secuelas y actitudes franquistas heredadas son explotadas por esa mayoría conservadora que no se puede igualar de manera semejante a otras democracias europeas conservadoras, que, al menos, no viven bajo presiones ultraconservadoras. Pues en ellas existe una clara y real separación de Iglesia – Estado, mientras aquí se continúa retrocediendo hacia las cavernas del pasado en cuanto a leyes y rezos se refiere. Luego imposible esperar como “el capitalismo es el sistema racional de producción y el único orden político congruente con ciudadanos libres” a no ser que los poderes políticos ultraconservadores sean derrotados en la urnas. Y así evitar que el partido único imponga unos criterios únicos e inflexibles en beneficio de una poderosa casta de elite privilegiada
Lograr lo nada fácil, como señala Ignacio Sotelo: “En suma, el político profesional que es el que vive para la política –vocación y servicio- sino el condenado a tener que vivir de la política, profesión dura donde las haya, tanto por su intrínseca” inestabilidad por la madeja de intrigas ante las que se tiene que sobrevivir. Ejemplo que podemos tomar del más reciente oportunismo político con la fabricación a su medida de las leyes electorales en Castilla La Mancha, un descaro más de donde pretende llegar con su nostálgico proyecto de vestir el tardofranquismo de democracia. Contando además con el “maléfico poder social y político ejercido por la Iglesia católica desde que volvió a levantar cabeza y expandir sus órdenes religiosas en el tramo de la Restauración” como señala Santos Juliá.
Aunque para que todo no quede en un solo culpable recordar que “La socialdemocracia quiebra cuando en los años ochenta de la pasada centuria acepta el liberalismo antiestalinista como la última palabra de la ciencia económica y asume el principio de que una economía solo funciona si deja que los distintos agentes se muevan en libertad” Esperanza de solución aceptable desde una necesidad política y social que frene esta desbordante avaricia del poder establecido señala Ignacio Sotelo como modelo en esa Alemania que también conoce: “La única vía que la socialdemocracia alemana ofrece para salir del hoyo es ampliar la participación de las bases, integrando incluso a los simpatizantes n la toma de decisiones, con lo que se retomaría el debate ideológico y aumentaría el compromiso y actividad de los militantes” Es posible que aquí en España, ante la amenaza que hace temblar a los herederos de Pablo Iglesia fundador del PSOE intente asumir con transparencia esta postura. Apuesta que se desea pero de la que se duda, pues los vicios adquiridos están demasiado enraizados. Desde Triana, Susana Díaz tiene la palabra. Veremos si pueden o podemos.
Francisco Vélez Nieto
Publicado en el periódico Luz cultural
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