LLANTO

Suspiro disuelto
en vueltas de rosca
enmohecido instrumento
sacudido por horas amargas
enjuago mi frente
con palomas heridas
y con cabezas que gritan
como campanas al viento
nidos de dolor
¡Dios mío!
corro desnudo en lucha
ante el peligros del cielo
línea entre dulzura y furia
ahínco sin descanso
retiro valores sagrados
en idolatrado crepúsculo
ráfaga de muerte
azar cumbre de la noche
en un silencio de escritura y aire
afín a cicatrices de conciencia
lugar barrera de futuro
manos desenlaces perspicaces
caos de sienes ovillos de arterias
anidada a la eternidad de almas
arrebato desolador
inútil existencia
horizonte acorde a la nada
despeinado acantilado carcelero
anzuelo de la muerte sentimiento
alacena donde cuelga el cadáver
mancebo en rebaño
junto a deseo sin ojo
he amputado mi palabra
no seguiré como un topo
obsceno manicomio
reconciliado con la noche

García de Garss