miércoles, 28 de mayo de 2014
EL DOBLE
Fiódor Dostoievski El doble Traducción de Alejandro Ariel González. Edita Eterna Cadencia
Alejandro Ariel González ha realizado la encomiable labor de traducir la polémica novela de Fiódor Dostoievski El doble con notas e introducción en sus dos versiones. Como señalo, el mérito no es para menos al ser una de las novelas que más polémicas y controversias ha planteado debido al papel de su enrevesado protagonista Golidkin, personaje patético e inestable funcionario de la grisácea burocracia rusa en los tiempos del Zar Nicolás I. Un tipo de persona que repite y se repite a quien lo escucha, especialmente a su jefe, representa esa tela de araña del mundo imposible que significa en la narración el funcionarizado de la época. Esa burocracia que todo lo enmaraña para que si algo tiene que cambiar sea lo más lentamente posible así que no puede suceder gran cosa.
Y con la duda de si esta persona en la ficción de la novela es un personaje real o irreal dado que existe un doble en esta historia que causó abundante polémica. Por una parte el tema abordado por el autor de los Hermanos Karamázov, pues parece ser que solo este desequilibrado personaje ve a su doble lo que igualmente le ocurre con las cartas que él mismo escribe a dicho doble, que parece ser persigue y desequilibra su existencia hasta la angustia total envuelta en la niebla de tan alterada mente. Desde una u otra visión, cierto, que el protagonista nos obliga a seguirle los pasos deseando un desenlace de la historia de tanta locura, como bien señala Alejandro Ariel González en su sólido y elaborada prólogo. La novela se encuentra situada dentro de un contexto histórico, cuando la personalidad y figura de Pedro El Grande (1696-1725) surge con objetivo y ambicioso proyecto que no es otro que la modernización de Rusia, todo un desafío frente a la sociedad tradicionalista y patriarcal que predomina sobre la sociedad. “Que se mostró efectiva para minar el poder de la nobleza, pero a la vez creó un sistema burocrático gigantesco y asfixiante” resume el prologuista. Este fondo de la trama narrativa en una exposición propia mismo Dostoievski que en su vida real mostró siempre una valoración contraria, negativa, a la reforma del Zar por considerarla “extranjerizante” y una “disgregación moral en la vida social”.Son muchos los comentarios críticos de las fechas tras la publicación de la novela, que había despertado expectativas por tratarse de un autor en candelero con el éxito anterior de “Pobres gentes”, pues surgen las comparaciones que reafirman el fracaso: El reputado crítico literario de toda Rusia Belinski sale en su defensa por que las descalificaciones, aunque matice alguna de ellas en la primera edición de la novela no las considera del todo correctas, por ejemplo ésta del crítico Grigóriev escribía: “El doble a nuestro humilde entender, es una obra patológica, terapéutica, pero en modo alguno literaria: es la historia de una locura, analizada, es verdad, al extremo, pero de todos modos con la segunda edición corregida y con cambios sustanciales aunque si la desfiguración de la trama” A lo que Berlinski responde: “Como extraordinario talento, el autor no se repitel_doble_pgió en absoluto en su segunda obra, que presenta un mundo completamente nuevo. El protagonista de la novela –señor Goliadkin- es una de estas personas susceptibles, locas de amor propio, que tan a menudo se encuentran en los sectores bajos y medios de nuestra sociedad”
Dos muestras de la falta de coincidencia de críticos-literarios, pero a la vez sendos modelos de la enorme polémica social que levantó la historia en una sociedad inmersa en el pulso de la necesidad de un cambio político y social para la Gran Rusia en la que los movimientos sociales e ideas revolucionarios habían iniciado el camino hacia los grandes acontecimientos del primer cuarto del siglo XX. Todo un conjunto que expuesto en el prologo de este libro que “añade una historia de la crítica acerca de la novela, según la cual ésta ha girado sobre tres núcleos problemáticos: la concepción de la persona humana, el problema de la duplicidad y la naturaleza de lo fantástico en el relato”.
Francisco Vélez Nieto
Publicado en el periódico Luz Cultural
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