Tu cuerpo seductor,
tus miradas, tus labios,
tus senos un susurro,
hermosa tentación
palpita en mis sentidos.
Tus besos se enarbolan
rumbo a los sueños,
que tu piel ferviente invoca,
enalteciendo los anhelos
hasta alcanzar el delirio.
Nace el grito de mi verso
desbordado de sensaciones,
al vibrar con la calidez
y el balanceo de tus nalgas,
amanecer de los sueños.
Hendir tu tierna flor
abierta a mis suspiros,
estremece los placeres
bajo el aleteo de tu melena,
floreciendo la emoción.
Así fundido en tu cuerpo
cierro los ojos y sueño,
el amor fecunda su éxtasis,
y de tu mar enardecido
eclosionan olas convulsas.
Ricardo Miñana
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