El cuchillo que más hiere
es el que no tiene púa,
el que refulge a la luz
y desgarra con dulzura
la víscera que le estorba.
El soslayado que adula,
el silente que desdice,
el solapado que se camufla,
el que adorna los hombros,
el que renace de tus fisuras,
el que sueña cuando le cuentan,
el efebo cuando la arruga,
el que mama cuando te cansas,
el apetente ante las crudas,
la fístula entre los amigos,
el sapiente de las anchuras,
el termita cuando duermes,
el psicópata cuando actúa,
el deforme frente al espejo,
el resuelto de todas dudas.
El cuchillo que más hiere
es el que no tiene púa,
el que refulge a la luz
y desgarra con dulzura
la víscera que le estorba.
MANUEL JESÚS GONZÁLEZ CARRASCO -Madrid-
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