martes, 1 de abril de 2014
EL SICÓLOGO Y EL ESCRITOR
La sicología es una de las carreras científicas ejercida a través de los pasos de la época. Más la escritura que fermenta y fomenta el alma es una criatura congénita que posee el manejador de la pluma.
Los mensajes del sicólogo salen y actúan por compromiso y profesión.
El escritor escribe los mensajes con el alma
y corazón profético.
Las palabras del sicólogo inyecta "sanidad, temor y locura".
Las letras del escritor es nutrición intelectual para el corazón y lector voluntario.
Ambos juegan el mismo papel pero con páginas muy distintas:
Uno lo hace con las reglas de la justicia.
El otro lo hace con calidad y toque especial que refresca la mente y alma desnutrida.
La Maestría y Sabiduría compiten y se colocan en el mismo camino para empujar la humanidad hacia a un mundo saludable.
El sicólogo trata a la mente humana conforme los códigos y maestrías de las grandes académicas.
El conductor del bolígrafo se siente y se profundiza en las áreas de la vida para escribir textos que animan y rescatan a corazones o mentes abrumadas de la carnalidad.
La experiencia del sicólogo es solicitado por pacientes que huyen de un temor, o por los que se encuentran acorralados de desastres en la vida.
El escritor es buscado y ayuda a la humanidad con las palancas proféticas de sus versos, a través de una reflexión, motivación, poema, relato, novela, historia, anécdota o parábola.
La función sicológica a veces se manifiesta así con la humanidad: hola Martín, pero él no se llama Martín sino Ángel.
El instinto natural del escritor es sencillamente así: se manifiesta como Ángel a través de sus escritos, y le dan un sentido y dirección a la vida.
Leonel Vicente -Guatemala-
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