lunes, 31 de marzo de 2014
LA JAURÍA Y LA NIEBLA
Martín Casariego
Ganador del II Premio Literario Logroño de Novela
Siempre he dicho que una de las ventajas de tener amigos escritores es la posibilidad de leer textos antes de que sean publicados. Por eso leí "La jauría y la niebla" hace varios meses, en una copia que Martín sacó de su ordenador y a la que puso un canutillo de alambre y una funda de plástico. De hecho, creo que entonces la novela ni siquiera se llamaba así, pero el título ´con el que Martín bautizó finalmente aquellas páginas es tan brillante y acertado, que no merece la pena acordarse del primero.
Hablar del libro de un amigo es difícil, porque puede parece que uno lo hace movido por el afecto, el respeto y la admiración. En mi caso, eso es verdad: Martín Casariego es uno de mis amigos más queridos desde que una feliz casualidad nos unió sobre los raíles de un tren de vía estrecha que cruzaba el norte y donde hablamos poco de literatura y mucho de otras cosas que son las que nos han unido. Confesado, pues, mi cariño sin fisuras por su autor, no puedo dejar de aplaudir "La jauría y la niebla".
Martín Casariego se ha enfrentado con uno de los grandes temas sociales de la sociedad de principios de este siglo que todavía no sabemos muy bien de qué va. El acoso escolar ha pasado de ser una especie de leyenda urbana a convertirse en uno de los problemas más acuciantes de la comunidad educativa. La literatura ha pasado por él solamente de puntillas, quizá porque es tan difícil para el autor adulto zambullirse en una realidad que queda demasiado lejos, que casi todos preferimos eludir el tema y dejar la patata caliente en manos de otro. Y Martín ha agarrado la patata aún a riesgo de poder achicharrarse los dedos. El resultado, una de las grandes novelas de esta temporada.
Pero, además, Martín Casariego ha querido ir a mas creando para la trama de la novela un ambiente particular y opresivo: por medio de insinuaciones, de flashes, de escenas rápidas y hasta veladas - soberbia aquella en la que un barrendero limpia las calles bajo la vigilancia de un escolta - el autor nos lleva de bruces contra la realidad del entorno abertzale en un pueblo vasco. Estamos, pues, ante un texto arriesgado, valiente y magnificamente construido, con una estructura ambiciosa pero no por ello menos clara.
Es un libro excelente. Es una excelente historia, que supone el mejor regreso de Martín Casariego a la literatura de adultos.
Marta Rivera de la Cruz
Publicado en Agitadoras revista cultural
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