sábado, 4 de enero de 2014
TORMENTA NOCTURNA
Un relámpago
encendió mi noche
y un rayo sonó
aterrorizante
en mi ventana.
Trayéndome
tu nombre
desde la distancia.
Aquel que ya estaba
perdido en mis entrañas.
La tormenta fuerte
me suplica que no
te olvide.
El cielo atormentado
me muestra tu rostro
desdichado.
No puedo conciliar el sueño
no puedo retomar
mi vida.
Porque ella se quedó estancada
aquel día gris
que te despediste.
No tengo futuro, ni presente
solo aquel pasado inerte
que me acosa
noche a noche
con tu recuerdo.
La tormenta no cede
los truenos se escuchan
a lo lejos.
La lluvia copiosa, constante
me hizo alejar del lecho.
Ese que quedó vacío
desde que te fuiste
ese que aún guarda
tu aroma de nuestras noches
sedientas de placer.
Ese que se agiganta
y parece tragarme
cuando agitada despierto
buscándote a mi lado
y no te encuentro.
La tormenta nocturna
sigue y sigue
ya llega el alba
y no se disipa
y yo en un rincón
me siento atemorizada.
Quizás sea el buen Dios
desde el cielo
que con ella limpie
esta mi agónica vida
que se desvanece.
Y te traiga nuevamente
a mis brazos
cuando el firmamento este
límpido y claro
y la tormenta desaparezca
de mi alma torturada.
Diana Chedel -Argentina-
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