LA DAMA DE LAS FLORES

A los miembros del grupo La Dama de las Flores

Camelias blancas en el pelo.
Claveles rojos en el pecho.
Rosas en las muñecas.
Margaritas en el cuerpo.

Dame una camelia blanca
para llenarla de besos
que quiero regalársela a mi dama
de ojos oscuros y piel clara.

Pasear contigo dama de las flores
es pasear entre bellos perfumes
que transportan a un paraíso
de esencias y olores.

Ese ramo de azucenas
que en las manos llevas
resalta aún más tu belleza
en las noches llenas de estrellas.

Tú eres mi dama enamorada
con la que sueño por las mañanas,
por las tardes y por las madrugadas
tendido en mi fría cama.

Es un lecho de flores
donde mis fuerzas recupero
después de haber besado
cada rincón de tu cuerpo.

Ven dama de las flores
que sin ti estoy perdido
y necesito quien guíe mis pasos
por las oscuras calles del pueblo.

Huelo a flores.
La dama se acerca
con sus manos llenas
de orquídeas y violetas.

Cubre con tus flores
todo mi cuerpo desnudo
para que quede mareado
con sus penetrantes olores.

Ya se va la dama de las flores
a pregonar por el mercado
para que los caballeros
le compren nardos para sus novias.

Yo desde mi ventana
recordando su último beso
la veo perderse en la oscuridad
envuelta en olores de flores frescas.

JOSÉ LUIS RUBIO