viernes, 3 de enero de 2014
LA APUESTA
En una fría noche de Nochebuena, una brillante mariposa de color rojo y un pájaro azul luminoso volando por encima de la ciudad y entró en una habitación donde una joven estaba durmiendo. Luego respectivamente convertido en un demonio de ojos rojos y una gárgola azul con cabeza de pájaro.
"Podemos empezar", dijo la gárgola.
"El que causa el sueño más poderosa de sus victorias. Si lo haces, puedes hacerlo a tu manera y arruinar la Navidad. Pero si lo hago, vuelves al infierno."
"Yo no", dijo el demonio. De la nada, sacó un frasco de perfume. Lo abrió y un aroma potente invadió la habitación.
La niña soñó con flores que susurraban un conjuro perfumado en su mente. Ella lo adquirido poderes
mágicos, pero no tenía ningún control sobre ellos. Su cama se movía, ella flotaba en el aire. No obstante miedo, no podía parar esto. Una voz ronca resonó en su cabeza. Si usted entrena para controlar esta magia, usted será la hechicera más poderosa del mundo. No puede ser, pensó. Ella quería que ni la magia ni el temor que causó. Se dio la vuelta en el otro lado.
La gárgola tomó su violín. Se jugó una música encantadora, un poco triste.
Al igual que el olor del demonio, la melodía pronto invadió la mente del durmiente joven.
Esta vez soñó con un bosque. Todo -árboles, flores, animales, pájaros- estaban hechos de piedra. Su corazón estaba lleno de dolor. Ésta era una versión inmóvil del parque, donde su madre solía llevarla cuando ella era una niña. Un troll enorme, feo avanzó hacia ella y le tomó la mano. Sus ojos estaban tan tristes que ella lo siguió a una parte oscura del parque. Una mujer translúcida estaba sentada en una lápida. La chica mala gana dio un paso hacia ella.
¡Mamá! Su madre querida, que había muerto unos años atrás... Mamá sonrió, se acercó a ella y le acarició la mejilla con suavidad. "De donde yo soy, yo siempre velar y proteger a usted. No te pongas triste el día de Navidad, el amor. Yo estoy con vosotros..."
`La niña se despertó, sus ojos se llenaron de lágrimas. ¡No te vayas, mamá, le rogó. Lloró mucho, entonces ella recordó las palabras de mamá: yo estoy contigo. La muchacha se secó los ojos, antes de que alguien se despertó, fue a recoger flores y visitar la tumba de su madre.
"He ganado", dijo la gárgola. "No hay duda al respecto", confirmó un peludo erizo duerme al lado de la muchacha.
"Yo soy el guardián de sus sueños y el suyo era el mejor. Fue una obra maestra de una melodía."
"A quién le importa", dijo el demonio.
"Yo nunca cumplo mis promesas.
Adiós! Off voy a arruinar la Navidad de todo el mundo en esta ciudad".
La gárgola comenzó a tocar su violín.
La música llenó la mente del demonio y que le hizo pensar en el infierno. Lleno de nostalgia, el demonio suspiró, extendió sus alas de color rojo brillante y voló de regreso a los reinos oscuros.
Sissy Pantelis (Grecia)
Publicado en la revista digital Minatuta 124
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