Yo en mi Romeo llegué
a tu Julieta aventurero
y conquistador. Del sol
y sus rayos tibios solo
me recuerdo de una
mañana fresca en que
te conocí perfumada y
sedienta.
Estabas sola y desnuda
y la lampara de tu apagado
corazón volví a encender;
claro y fugaz, trémulo en
aquel otoño de noviembre
cuando comprendí, que
había comenzado a amar.
JAY JAY
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