domingo, 1 de diciembre de 2013
UNA LÁMPARA
Aquella lámpara maravillosa
perdida entre las arenas
del desierto
que el pobre joven
ladrón de manzanas
halló perdida sin saber
que se ocultaba dentro.
Oh que desilusión
para el pobre Aladín
creyendo encontrar tesoros
y salvar su pobreza
solo encontró una vieja
y polvorienta tetera.
Pensó que quizás
le darían algunas rupias
en el mercado de pulgas
adonde iría a venderla
más estaba tan sucia.
Primero comenzó
a lustrarla
y oh susto se llevó
cuando ya reluciente
un genio enorme
de su interior salió.
-Te concedo tres deseos
ahora eres mi amo
piensa no seas apresurado.
Pídeme lo que más anhelas
y yo te lo daré en un abrir
y cerrar de ojos.
Y el muchacho aunque confundido
primero pidió volver
con su madre
luego una mesa llena de comida
y por supuesto riqueza
para deslumbrar a la princesa
y casarse con ella.
Y asi en su alfombra mágica
vestido de un elegante Emir
se aventuró hacia el palacio
aquel precioso lugar
que se eregía en medio
de las arenas, llamado Ágrabah.
Y con sus dotes de seductor
en compañía de su embrujado tapete
conquistó a la bella princesa
y le ofreció su amor
pidiéndole al sultán su padre
su mano en matrimonio.
Y juntos recorrieron
todos los cielos del mundo
en su luna de miel
Aladín y Jasmine
montados en el encanto
de su alfombra mágica.
Oh cuentos de las mil
y una noche
que imaginaron tan bello relato
entre arenas del desierto
camellos, genios, alfombras voladoras
y lámparas encantadas.
Diana Chedel -Argentina-
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