domingo, 29 de diciembre de 2013
FUIMOS UN AYER
Cuando fuimos ya no éramos;
éramos solo palabras del pasado.
Hablábamos con los brazos de otros
cuerpos y nuestros labios habían
escondidos sus palabras en otro
silencio..
Cuando quisimos ser, éramos
los mismos, bajo una circunstancia
parecida al ayer que nos tomó de
prisa y nos envió a cavilar en un
tiempo sin tiempo.
Siempre quisimos ser los otros que
ya no existían, los que nos habían
dejados como legado algunas
estrellas disueltas con algunas
luces dispersas y que otros creían
ya apagadas.
Siempre quisimos ser lo que no
éramos, hasta encontrarnos en
la prisa de los deseos para
convertirnos en seres del olvido.
Hoy somos el ayer precedido
por un anillo de baratas proposiciones
y adjetivos heridos escondidos detrás
del abrigo de nuestra propia muerte.
Alrededor del reloj se observan algunas
sombras todavía rondando algún tiempo
impreciso y yo todavía habito en los
días que caminan indefinidos.
Ronda y ronda el tiempo alrededor
de las manecillas del reloj de mi cuerpo,
algunas células mueren, otras decrecen y se
van contigo a perderse con tu propia memoria.
Hoy camino como efigie de cansado vuelo
en contra del tiempo.
En la simplicidad de lo complejo viajan los deseos
antiguos. Un previsto futuro talvez nos espera
mas allá de la secuela de nuestras días mientras
los buenos deseos siguen enterrados con el cráneo
de algunos muertos.
Nuestras sombras nos ganan la carrera del tiempo
y se acrecienta la percepción de la nada... en nuestras
memorias.
JAY JAY
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