Visión deforme
me pierde porque ignoro
que tengo enfrente:
un vaso blanco lleno de agua
o una pared impenetrable.
Tanteo. En las yemas nada siento.
Acabo golpeándome con la pared
mientras gotas de agua mojan mi frente
y gotas de sangre manan de mis dedos.
Visión deforme.
Tenía enfrente
un vaso de agua fría
y una pared de hielo.
Visión deforme.
Un vaso que arde
y una pared que se derrite.
Quemaduras en los brazos.
Congelación del cuerpo.
JOSÉ LUIS RUBIO
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