NO ES CUENTO DE AMOR

Dulce y bella dama,
es puro tu corazón,
y no sin razón,
inocente tu cama.

Es tu gran sueño
morirte por los huesos
de un extremeño
y no es un exceso.

Tu hermosura perdura,
y es la encarnadura
de la premura
y de la locura
que se conjura
como droga dura.

Es tu amor como una lluvia de estrellas,
como un pájaro de luz,
le dijo la zarigüeya
a la avestruz.

De la bella princesa
cada día que pasaba
alguien se enamoraba
con un amor que no cesa.

Ella odiaba ese destino
que no le gustaba,
era bastante cansino
y mucho la asfixiaba.

Pero la vida tiene recursos,
nunca pasó nada
todo siguió su curso,
jornada a jornada.

La bella dama olvidó al instante
la vida siguió adelante,
con aguantar tuvo bastante
como dicen los de Alicante.

Fue feliz con los suyos,
yo quiero ser constante
ya nunca huyo,
se dijo, no obstante.

Y si alguien quiere saber
lo que puede suceder
a veces suele ocurrir
que se olvida el sufrir.

Y esto se ha acabado,
parecía un cuento de amor
de una bella flor
y así ha finiquitado
con mucho candor,
como he avisado.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-