Está oscura la noche.
Te llamo
con un lenguaje sordo
que profana mi rima.
Pero tú no me oyes.
Hay palabras ausentes,
hay promesas,
cenizas.
Sólo un reflejo triste;
el viento,
un eco que lastima,
nostalgias de vivencias,
lluvia,
sombras que el tiempo grita,
amor,
dolor,
silencio.
Tú danzas en mis pupilas.
María del Carmen García Moruja -Sevilla-
Publicado en la revista Aldaba 15
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