lunes, 25 de noviembre de 2013
ESCAPADA DE LA VIOLENCIA
Mi piel no estará marcada,
ni mis ojos tendrán lágrimas.
Ya no callo
que el silencio es quien nos mata.
Y nos deja cicatrices
peores que las que sangran.
Laceran el pensamiento
y dejan dañada el alma.
Y nos vuelven indefensas,
prisioneras de los miedos
que a nuestros hijos espantan.
¡Ya no soy la de antes!.
Pude, al fin reflexionar.
He empezado a valorarme.
He dejado atrás mis miedos.
Aquí estoy, ante ti,...
¡¡ desafiante!!.
Ya liberé mis cadenas,
al fin, hoy me siento fuerte.
Yo soy libre como un pájaro,
y ya no me humillo al verte.
He superado lo malo,
nunca debí de quererte.
Merezco ser respetada
y tú a mí no me mereces.
Que por ti viví asustada
Nunca debí obedecerte.
Que yo no tengo la culpa
y nadie podrá cambiarte.
Por más promesas que hagas
ya nunca voy a creerte.
Jamás me valorarás
y sólo quiero no verte.
Vete ya con tu desgracia,
alma inmunda, poco hombre.
Que yo criaré a mis hijos
sin un padre que les sobre.
Que no nos hiciste falta,
sólo diste humillaciones.
No nací para sufrir,
escapé de tu violencia
y por fin voy a vivir.
Sin traba, pena ni miedos
que ya por fin estoy en calma
Vive tú en tu otro mundo
¡y... que mal rayo te parta!.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-
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