BUSCANDO A PATRICIA DESESPERADAMENTE…

“ …  Te estoy buscando desesperadamente querida Patricia, hace unos meses huiste de mi lado sin decir  ni siquiera un adiós convencional y mi alma está triste y somnoliento y mi vida sin ti ya no tiene ningún sentido. Contigo he compartido horas, días apacibles y me he sentido seguro apoyado en tu regazo, porque tu eras para mi la voz de mis silencios cotidianos, también eras la persona de mis días rutinarios que estaba ahí a mi lado y que con una mirada me bastaba para saber lo que pensabas y lo que sentías, por eso tengo un vacío espiritual en mi corazón que nadie me va a llenar.
No sé si ésta carta literaria te va a llegar, si algún día la leerás y espero que al menos corra por tus mejillas alguna lágrima traicionera que se escape de tus pupilas y te enternezcas con mis palabras y reaccciones y vuelvas a mi lado de nuevo, no te puedo prometer nada renovador, ya me conoces como soy hasta en mi lado oscuro, para ti nunca he tenido secretos inconfesables, siempre te he dicho la verdad de lo que pensaba, te he contado mis sueños despiertos, mis pesadillas cotidianas, mis depresiones, mi estrés, sabes más de mi que quizás yo mismo y no concibo esa huida tuya, el detonante de la misma o el transcurrir de los días sin novedad, sin ningún altibajo y tú que siempre has sido una mujer inquieta y con ideales y soñadora, no hayas podido soportar tanta pausa, tanta tranquilidad vital y has explotado y te has ido a buscar otras aventuras, otras experiencias, porque la ciudad pequeña y provinciana te ahogaba viendo cada día las mismas caras, la misma gente…  “

PATRICIA RESPONDE :   “…  Te extrañará mucho recibir esta carta después de tantos meses de silencio, pero tenía una espina clavada en el corazón y me remordía la conciencia por haberte dejado solo y abandonado, sin tan siquiera darte una explicación. Siento decirte para quitarte un peso de encima que tú no has tenido culpa de nada, la culpa ha sido de la maldita rutina cotidiana que atrapó nuestra relación y la asfixió, porque realmente entre nosotros había comunicación verbal y emocional, había “feeling” y recuerdo que cuando nos conocimos fue un flechazo, cuando se cruzaron nuestras miradas en aquel bar y yo fui hacia ti con insolencia, aunque aún no sabía que eras un tímido empedernido y te  dije “qué coño miras tío” y tú me dijiste “miro tus lindos ojos verdes-azabache que me están cautivando” y esas palabras me llegaron al corazón, aunque ahora sabes que no soy muy romántica, pero estaba atravesando una mala racha, porque acababa de contar una relación y simplemente esas palabras me hicieron ruborizar y seguimos después de las presentaciones formales en amena charla y nos dieron las tres y las cuatro y las cinco y las seis, como diría nuestro común amigo Sabina y después ya me propusiste ir a tu casa a tomar una copa y aunque soy una chica liberal yo me asusté porque pensaba que querías echar un polvo y luego te olvidarías de mi, pero enseguida vi que estabas necesitado de cariño, de amor, que llevabas mucho tiempo solo, encerrado en tu caparazón, en tu soledad “siniestra” e intenté ayudarte a salir del bache y además es que me molabas cantidad, hacíamos el amor frenéticamente y nuestros cuerpos se fundían en uno y yo jadeaba como una posesa, pero con el tiempo la pasión huyo de mi vida y llegó el desamor y yo necesitaba enamorarme de nuevo, compréndelo, la vida hay que vivirla y aprovechar los años jóvenes, que ya no vuelven más, me arriesgué y me ha salido bien y encontré el amor de mi vida, yo siempre había pensado que el príncipe azul no existía en realidad, pero con mi experiencia te digo que sí existe esa persona que te llena toda la vida, que te ama, que te quiere, que te absorbe, que hace que la pasión nunca huya de tu vida, porque esa persona siempre es amable, sincera, curiosa y nunca baja la guardia, porque siempre renovamos nuestro amor, con sorpresas, con pequeños regalos y eso estimula el amor y le hace renacer cada día para que nunca muera. Por tanto no te obsesiones conmigo, te lo digo cariñosamente, debes rehacer tu vida con otra mujer, que el tiempo todo lo cura y olvida y procura ser feliz y no me busques desesperadamente porque lo nuestro ya es pasado y nunca más volveré a tu lado…  “

Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-