martes, 22 de octubre de 2013

EL SOÑADO

Si fueras tan sólo un sueño de Dios ¿con qué soñarías? ¿Quizás con vos mismo? Algo así como el inquietante juego borgeano. Pero, ¿qué ocurriría si esa nueva identidad tuya, la por vos soñada, fracasara –por culpa de algún ínfimo detalle y por el propio hecho de que estás vivo y en consecuencia móvil– en la pretensión de duplicar de modo absoluto a la otra primera que soñó Dios? (Es decir, a esta efigie animada con la que creemos conocerte). Dicho esto último, es claro, en la suposición de que la que conocemos sea la persona inventada por Dios y no la inventada por vos a posteriori. Te pregunto y no te molestes: ¿Vos sos el primer o el segundo de los soñados?

Jorge Ariel Madrazo -Argentina-
Publicado en la revista Ficciones Argentinas

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