Con su vespino y su casco allá va caperucita, pa casa de su abuelita, -- sube corriendo abuelita, que el lobo me está siguiendo—
Le dice toda asustada, y a horcajadas va y la sube detrás de ella en el vespino.
Y es que ella va corriendo, pues no quiere que el lobo se coma a su abuelita.
Por el camino se encuentra a la madre de los tres cerditos, mejor dicho a la cerda, para la moto y la informa…
--- Mire usted señora cerda, que el lobo anda rondando, y mire que es muy astuto y sus cerditos muy incautos, y se los quiere comer---- la cerda le da las gracias y corre para su casa…
Caperucita va toda preocupada pues con las prisas ha olvidado el casco para la abuelita, y detrás de unos árboles le ha parecido ver a la benemérita escondida, y temiéndole a la multa en el bosque se ha internado, la abuela con su bata remangada, las piernas todas al aire, y sujeta a su cintura, no para de protestar.
--Hija de mi corazón, que miedos estoy pasando, no corras tanto mi amor, mira que hasta los dientes me tiemblan,--- y dicho esto, se echa mano a la boca, y se da cuenta que con las prisas se dejó la dentadura en el vaso con agua de la mesita de noche.
---Para Caperucita para--- -- ---¿Qué te pasa abuelita? …Que mira que estoy desdentada, que tenemos que volver a recoger mi dentadura-- la caperucita mira para atrás y de la risa que le entra de ver a su abuela desdentada tiene que parar el vespino, y le dice, --Abuelita que no podemos volver no ves que te comerá el lobo--- acababa de decir eso Caperucita, cuando de pronto delante de un árbol ve al lobo, con sus manos en la cintura, y su pelo muy largo, pero que requeté guapo que era ese lobo, y cual no es su sorpresa, cuando lo mira a la cara, y se da cuenta que el lobo lleva puesta la dentadura de la abuelita, no sale de su asombro, pues el jodio está guapo… Y ella muy pillina va y le dice a la abuelita.
---Mira abuelita será mejor que te bajes no te vayas a hacer daño – Para el vespino y con mucho cuidado baja a su abuelita.
--enga abuelita pa casita— le dice dándole un beso…
“Y es que la caperucita del lobo se ha enamorado, y no quiere que se coma a su abuelita, quiere que se la coma a ella”.
Joaquina Cañadas Blanca.
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