En un diario local se sugiere una manera (supuestamente infalible) para concretar los deseos de año nuevo. Hay que escribir-los en una hoja suelta –dice el cronista- sin que nadie los lea, pues entonces el conjuro quedará sin efecto, y colocar el papel dentro de una botella de sidra o de champaña, luego cerrar herméticamente y arrojarla al mar, o a un río que desemboque en el mar.
Increíblemente, la gente se hace eco de esta cábala; manda emails a todos sus contactos; aparecen referencias en cada in-formativo del planeta, y en los mares se produce, literalmente, un enorme embotellamiento.
De Juegos de Superhéroes de Julio Ricardo Estefan -San Miguel de Tucumán-
Publicado en la revista Hoja de Palabras
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