Este poema se lo escribí, como homenaje póstumo, a mi entrañable amigo MARIANO DELGADO SANZ. Tardé muchos años en hacerlo, me refiero desde la fecha en que falleció y la realización del mismo. MARIANO falleció de forma trágica en un accidente laboral en Bailén. Compaginaba sus estudios con el trabajo en sus vacaciones. Siempre te recordaré amigo mío.
Luchador nato, sin dudas,
sin cansancio, con firmeza.
Afán de superación innegable,
sacrificio continuo infatigable.
Sentimientos profundos,
de padre, de amigo, de pareja.
Pensamientos fugaces, sin tiempo
sin respuesta, con angustia,
con miedo, con tristeza.
Alas de viento
que no te pudieron parar.
Alas al viento
que no te pudieron salvar.
Ilusiones perdidas,
esfuerzos sin recompensa,
trabajo maldito que te deja sin aliento,
que te deja sin sentido.
Como pensar en tragedia
cuando se piensa en futuro.
¿Por qué tú amigo mío?
¿Por qué tú, merecedor de tributos?
Alas de viento
que no te pudieron parar.
Alas al viento
que no te pudieron salvar.
Golpe traidor
que ciegas la vida.
Golpe traidor
que arrebatas conciencias.
JOSÉ ROMERO MARTÍN -Bailén-
Publicado en La Revista
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