Adiós, me despido de ti
sintiendo hacerlo
porque lejos de ti
estoy perdido, no soy yo.
Adiós, me voy
porque mi tren no espera
y no me atrevo a pedirte
que me acompañes
porque temo tu negativa.
Adiós, espero encontrarte
cuando vuelva en el mismo balcón
sonriéndome como ahora
me sonríes sin saber
que mi viaje carece de destino
y que tal vez nunca regrese.
Mi adiós te dejó indiferente.
Que me vaya o me quede
ni te interesa ni te importa.
Pasas de mí, de lo que haga con mi vida.
Mis decisiones no te afectan
porque tu camino se dirige
a otro puerto diferente.
JOSÉ LUIS RUBIO
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