Después de una tormenta viene la calma
Y en esa calma, sin traiciones, sin desengaños, sin miedos, a veces, quedamos solos
La soledad nos conquista, nos acompaña
No le abras la puerta y si no recuerdas cómo entró ni por dónde entró, abre la ventana
¡Qué salga! ¡Qué estalle!
Hay una mano esperando
Una frase por llegar a tu oído
Una calle repleta de almas
Almas con la ventana abierta
MARÍA JOSÉ BERBEIRA RUBIO -Castelldefels-
Publicado en el blog dondehabiteelolvido-airama
No hay comentarios:
Publicar un comentario