Me imagino que la noche acaba de empezar,
pero, ¿sabes?, creo que me faltan copas.
Voy hacia la parada de taxis aunque sea temprano.
Esa parada que me queda tan a desmano,
pero que, de ese modo, me ahorra un par de euros... [Qué risa...los pies destrozados por dos euros]
Sí, estoy comletamente convencida:
me faltan Copas, Oros y Triunfos.
Sigo a través de la Noche mi disección de la Ciudad:
gente que "parece viva",
Smokey Eyes, vulgar Palabra de Honor y segunda piel de Lycra.
Las parejas exhibicionistas se besan sin pudor
en un alarde de lenguas húmedas,
mientras decido quitarme las sandalias,
llevarlas en la mano y reconocer
que desconozco la erudición de tales bocas.
No sé a quién someto en este examen post-morten;
no, no creo que examine la exigua magia de la noche
donde las luces de neón alucinadas se mezclan con
el humo y las copas y la seducción barata
en extraña aleación de saliva, manos y deseo.
Confieso. Confieso que no "he vivido",
que soy la eterna chica que sostiene los bolsos,
esa velada presencia que parpadea.
Al final te lo has perdido todo
y sólo tienes unos tacones destrozados,
restos de maquillaje desvaídos,
la conversación del taxista arrepentido de votar al PP,
sopor y lágrimas, un reproche a La Vida, un golpe de pecho
y la gran pregunta que Nadie sabe responder..."¿Por qué?"
LUCÍA DE FRAGA
Publicado en el blog luciafraga
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