No sé a dónde irá a buscar albergue el alma que tanto flotó en el cuerpo estremecida, recibiendo latigazos de agonía por los fracasos de amor que halló en la vida. Arabesco filigrana que ondula cada letra que se hilvana a las palabras, volarán a otro cielo o a otro infierno que no podrá pertenecer más que al silencio.
Agitación espiritual que se disipa, desencadenada oración que gime a tiempo para salir empujando huesos, carne que se desprende de esa alma despidiéndose sin miramientos. Hoy se está mudando, ya no habita al ser que está sufriendo, hoy la muerte se apodera, se adueña sin sentimientos, fría poseedora de lo etéreo, proveedora de ausencias que se encarga de las mudanzas sensoriales a lo eterno.
SIL TORRES -Argentina-
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