El joyero da vueltas al collar. Entre sus dedos se deslizan las perlas, igual que por su mente deambulan las razones que le habían llevado a tomar aquella decisión, aceptar aquel trato: Desprenderse del mayor tesoro de su joyería.
Entonces ella abre la puerta, se acerca al mostrador y deposita sobre la tarima aquel libro de hojas amarillentas y pastas desgastadas.
Cuando él toma el libro entre sus manos y lee con avidez la primera página, comprende que su intuición no le ha traicionado.
Escrito en el Café de Ruiz / Barrio de Maravillas, Madrid, 15 de Enero, 2013
Del libro Rueda, rueda y otros textos de SONIA LÓPEZ
Publicado en los Cuadernos de las Gaviotas
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