Habrá podido comprobar que ha sido, quizás, excesivamente fuerte, eróticamente violenta… no sé su sana opinión…demasiada tragedia… escasa dicha… pero si de algo he de jactarme es que si bien Dios me lo diagramó complicado, supe salir adelante, pues a cambio del sufrimiento padecido me ha dotado de ciclópea tozudez y lacerante perseverancia… ¡Claro que sí!... pero… ¡Oye… tú… eh… despierta mujer!... que te has babeado hasta el vestido, y de mi saco la manga. Anda que estás a punto de desmoronarte… vamos que pido otro trago.
¡Que sea doble para los dos, buen hombre!
Pues y aquí vamos entonces, y atiende ya que es la tercera vez que la repito, y no soy de aquellos que gozan del divulgarlo… préstame atención en ésta…
Que siendo yo muy pequeño, me destacaba del resto, y era a la vez muy elogiado, por ser un orador tan locuaz y rutilante…”.-
Gustavo Marcelo Galliano -Argentina-
No hay comentarios:
Publicar un comentario