En la garganta
rota del vino
nadie.
Sólo un himno
de piedra
balbucientes.
Mis ojos
de espera.
Apenas reconozco
el espejo manchado
de un cuarto
que se parece al mío,
y donde me veo
dormir.
Del libro A pesar de todo de SERGIO BARTÉS
Publicado en la Editorial Alebrijes
No hay comentarios:
Publicar un comentario